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CUIDADOS DEL CABELLO DEPENDIENDO DEL TIPO DE PELO


CABELLO NORMAL:   Lavado diario con champú suave, enjuague profundo con agua tibia, y mascarilla nutritiva cada 15 días.
Los cuidados para este tipo de cabello deben apuntar a mantenerlo tal y como es. No hay que saturarlo de productos que puedan transformarlo en un pelo graso ni aplicarle tantos tratamientos agresivos que aumenten su sequedad, ya que le quitarías sus propiedades y pueden transformarse en un pelo seco. En primer lugar, usa un champú que tenga ph neutro y aplica un acondicionador suave, sobre todo en las puntas. Cuando lo laves, aprovecha para darle un masaje al cuero cabelludo.
Enjuaga con agua tibia, ya que el agua demasiado caliente es muy agresiva para el cabello.

No es necesario que lo laves todos los días, hazlo cada dos o tres días o cuando notes que está sucio. En este tipo de cabello puedes usar el secador de pelo con más libertad, pero sin llegar a abusar del mismo.



CABELLO SECO:  La principal causa de que un cabello se muestre seco, es decir, áspero y sin brillo, suele ser el mal funcionamiento de las glándulas sebáceas, aunque existen otras causas externas como el uso de champús excesivamente agresivos, las permanentes, los tintes, etc.
 Se recomienda el uso frecuente de productos nutritivos e hidratantes, desde champú, hasta cremas desenredantes en cada lavado y mascarillas que deben usarse lo mínimo una vez a la semana. Debes lavar tu cabello siempre con agua tibia o fría, ya que el agua caliente aún lo resecaría más.
En las vacaciones, es imprescindible el uso de aceites protectores durante las horas de playa. Crean una barrera protectora que impide que aumente la sequedad del pelo.
Debe ser secado al aire libre, ya que el calor del secador aumenta su sequedad y su aspecto pajizo.
Se recomienda también la ingesta de vitaminas A y E.

Cuando te lo acabes de lavar, no lo frotes con la toalla para secarlo, ya que el cabello mojado es mucho más frágil y de hacerlo, romperías la estructura capilar. Por la misma razón, tampoco debes peinarlo, y  mucho menos, con un peine fino, de dientes poco separados. Evita el secador, es recomendable que sólo lo utilices con el pelo muy mojado y en lo posible con aire frío.
Ten cuidado con los productos que utilizas para tu cabello: espumas, lacas, lociones, geles, etc., ninguno ha de contener alcohol, ya que éste es un poderoso astringente, muy perjudicial para los cabellos secos.



CABELLO GRASO: Este fenómeno es probablemente genético, pero el estrés, los nervios, una alimentación desequilibrada y demasiado rica en grasas, un período de gran cansancio, un champú no adecuado o el uso abusivo de tintes químicos acentúan el problema.
No lavar nunca con un champú demasiado detergente, sino con uno específico para cabellos grasos, con el fin de rectificar el exceso de grasa y restablecer equilibrio.
Hay que lavarlo cuantas veces sea necesario, pero sin masajear el cuero cabelludo, de modo de no activar aun más las glándulas sebáceas.
Los productos se aplican suavemente con la palma de las manos, haciendo círculos y sin presionar el cuero cabelludo.
Evitar todo tipo de agresiones: Cepillado, agua caliente (sólo templada), agua fría, aire de secador.
En el afán de secarse, muchas personas se restriegan fuertemente la toalla en el pelo. Lo cual no es recomendado para quienes posean el pelo graso, pues las fricciones estimulan la producción de sebo, son agresivas para el cabello y pueden irritar el cuero cabelludo. Envuélvete la cabeza con una toalla suave para que el exceso del agua sea absorbido.



CABELLO MIXTO: El champú se aplica en dos tiempos: La primera dosis se aplica sobre el cuero cabelludo, masajeando el producto sin presionar demasiado, y la segunda dosis se aplica sobre el tallo capilar y las puntas, lavándolos como corresponde.
Luego de enjuagar en forma abundante y sin masajear, se colocan las cremas desenredantes y las mascarillas nutritivas e hidratantes a lo largo de la fibra y en
las puntas del pelo, haciéndolas penetrar con movimientos que sigan el largo del pelo por mechones, evitando cuidadosamente tocar o tironear el cuero cabelludo.



  • Las peluqueras aconsejan cambiar de champú cada dos meses, para que no se acostumbre el pelo al champú. 
  • Estos serían los cuidados que se deberían llevar a cabo, dependiendo del tipo de pelo,a groso modo. Pero en la siguiente entrada voy a explicar, paso a paso,  y de manera sencilla los pasos que hay que seguir para cuidar nuestro cabello.

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